En ocasión del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, que se conmemoró el pasado 28 de mayo, quisimos reivindicar la salud menstrual y reproductiva como un derecho humano de todas las niñas y adolescentes.
En Sudán del Sur, Chad o Kenia, como en otros lugares del mundo, el estigma y la discriminación que rodea a la menstruación hacen que muchas niñas dejen de asistir a la escuela los días que tienen la regla, lo que perjudica su educación y vulnera sus derechos.
En Kenia, según los últimos datos del Gobierno, un 3% de las niñas de entre 15 y 19 años se encontraban embarazadas en el momento de la encuesta y un 15% ya habían dado a luz. La desinformación sobre la salud menstrual y reproductiva y la falta de acompañamiento durante la pubertad tienen como consecuencia que las niñas vean vulnerado su derecho a la educación, lo cual se ve incrementado por una alta exposición a la violencia y la falta de acceso a material higiénico.
A través del programa de La LUZ de las NIÑAS en Kenia, trabajamos con 70 niñas y adolescentes en el barrio marginal de Kangemi, apoyándolas en el acceso y continuidad de su educación, en el refuerzo de su autoestima y motivación y en la mejora de los hábitos de higiene menstrual.
“Tiempo atrás, antes de inscribirme a este programa, no tenía esperanzas de poder volver a la escuela o seguir con mi educación secundaria pero, después de participar en La LUZ de las NIÑAS, volví a tener esperanzas de seguir con mis estudios”, cuenta una de las niñas participantes en el proyecto.
En contextos de exclusión y vulnerabilidad, desde Entreculturas y La LUZ de las NIÑAS promovemos que las escuelas sean espacios seguros en los que las niñas puedan sentirse libres y donde su menstruación no sea un obstáculo más para continuar con su educación.
