Los desafíos de América Latina: retroceso de procesos democraticos, criminalización de los/as defensores/as de derechos humanos, crisis socio-ambiental y movilidad humana.

Red de Centros Sociales; Chile, junio 2018

La semana pasada tuve la suerte de participar en el Encuentro Anual de Redes de CPAL Social, donde nos reunimos la Red de Centros Sociales de la Compañía de Jesús (RCS), la Red Jesuita con Migrantes (RJM LAC) y los Delegados Sociales LAC. Tuvimos espacios compartidos y otros propios de red.

Para quien no esté muy familiarizado con «la jerga» diré que estuve reunida con personas queridas que trabajan en instituciones como el SJM /SJR, Ayuuk de México, el ERIC-Radio Progreso (Honduras), el CINEP (Colombia), el CEPAG (Paraguay), el SJR LAC, SEPSI (Perú), CIPCA Bolivia y Perú, y muchas, muchas más. Desde España participamos además Alberto Ares (Delegado Social de la Provincia), María del Mar Magallón (Directora de ALBOAN) y yo misma. Por parte de la Federación de Fe y Alegría nos acompañó además Carlos Fritzen.

Señalar en primer lugar el sentimiento de pertenencia a una familia amplia, querida, comprometida, que sabe «descentrarse» para mirar hacia las personas excluidas y con la tensión por dar lo mejor de sí. 

Durante los dos primeros días tuvimos la ocasión de profundizar en los retos comunes que el contexto latinoamericano nos ofrece, concluyendo que hay un retroceso importante en los procesos de democratización de la región, una persecución de los defensores/as de derechos, una crisis socio-ambiental (que clama por generar alternativas al modelo de desarrollo imperante, opresivo e insostenible) y la movilidad humana. En cada uno de estos puntos pudimos además identificar los desafíos concretos como red.

Dedicamos además tiempo a orar y pensar en cómo acompañar la situación crítica que están viviendo los pueblos y hermanos/as de Nicaragua y Venezuela principalmente, pero también otros países como Honduras, Cuba, Chile, etc. Se valoró muy importante poder fortalecer los proceso de incidencia como red y agradecieron mucho «nuestro estar y acompañar» en situaciones de crisis como la de Honduras y Nicaragua. 

Tuvimos la suerte de que nos llevaran a conocer el Hogar de Cristo, impactante obra social por su dimensión en el país y por el bien que hace a través de sus programas diversos: acogida de mujeres, acompañamiento a migrantes ilegales, población con algún tipo de discapacidad, etc. Con más de 4.000 empleados/as en la institución, Hogar de Cristo es una obra social importante de la Compañía en Chile.

Centro de acogida a personas con discapacidad del Hogar de Cristo

Asimismo pude compartir el último día con el equipo de Fe y Alegría Chile, que a diferencia de otras fe y alegrías, afronta el compromiso del acompañamiento de escuelas que no son propias de la institución. Me recibió un equipo jóven, dinámico y apropiado, con visión.

Sin duda me traigo en cartera muchas inquietudes, ideas, y sobre todo mucho cariño. Un cariño que recibí y que no es sólo mío, sino de todos y todas vosotras.

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