Este fin de semana la calle Santa Engracia, en el número 140, se ha convertido en un lugar privilegiado. El grupo que viajará este verano a Bolivia, Guatemala, El Salvador,… se encontró para profundizar en la realidad de desigualdad de nuestro mundo, para ahondar en lo que supone la Ciudadanía Global, para re-conectar con sus motivaciones para esta experiencia de ida y vuelta, de antes, durante y después,… Conocieron por fin el destino que les proponemos, pudieron dialogar con personas que serán referentes en su experiencia desde allá, se imaginaron situaciones concretas y cómo situarse ante ellas teniendo en cuenta qué actitudes hay de fondo, qué emociones se ponen en juego, qué aprendemos, qué nos regalan esos momentos,… Compartimos la palabra, el pan, la vida… también en la Eucaristía.
Y lo más importante: cada quien puso la vida en juego con sus ilusiones, sus búsquedas, sus dudas y certezas, sus miedos y valentías. Y al ponerlas en juego se van entretejiendo, se va haciendo el grupo, el vínculo, la amistad en sí misma y al servicio de tan precioso proyecto. Vidas dispuestas a escuchar el grito de dolor y esperanza de nuestro mundo en distintos rincones, a dejarse afectar y a transformarse para transformar.
Un auténtico lujo para quien fue testigo de tanta vida dispuesta…
(Nota: en la foto falta Yeni López – fundamental en este proyecto – y Goyo, compañero que participará desde Valladolid y que no pudo estar estos días. A los dos los recordamos mucho y los echamos de menos).