Nuestra vida cotidiana está en gran medida dedicada al trabajo; esa tarea que en Entreculturas definimos como misión y a la que por vocación nos entregamos con buena dosis de generosidad y entusiasmo.
Pero el ritmo diario que tenemos, el compaginar nuestro proyecto vital con el profesional, no nos permite espacios de calma interior y exterior para dejarnos sentir y gustar, para des-conectar de ruidos y conectar-nos con nuestra dimensión de interioridad, donde podamos encontrar-nos, hacer-nos silencio, dialogar con las demás personas, con nuestra Fuente de Vida, con Dios …
Se nos ofrecen unos días de retiro, de distancia de la actividad diaria, para ir a lo fundamental de nuestra vida, ese yo profundo, personal e intransferible que necesita ser cuidado para que nuestra misión, apasionante, sea vivida en mayor plenitud de sentido.
Tiempo para respirar y contemplar ese mundo al que cada día somos enviados, esas Causas-Eje de nuestra misión que son expresión y signo de un mundo con gritos fuertes que necesitan corazones que escuchen y actúen en consecuencia.
La diversidad de personas, de edades y grupos variados, da riqueza a esos días que nos nuclean en una búsqueda común para ir viviendo nuestro ser y no solamente nuestro hacer.
Días de luz por dentro y por fuera que nos llenan de energía para continuar el camino; parada y toma de distancia que nos permite re-conducir nuestros pasos, el itinerario elegido para continuar recorriéndolo con mayor alegría y coherencia vital.
Si aún no te has decidido o estás en duda, ¡¡¡lánzate, no te vas a arrepentir!!!. Nos vamos el 30 de Junio y regresamos el 3 de Julio.
María Luisa Berzosa fi – Entreculturas-Madrid

