Este verano, la ciudad de Sevilla (del 30 de junio al 3 de julio) auspiciará la 4ª Conferencia de Financiación para el desarrollo, un espacio político convocado por Naciones Unidas pero de carácter intergubernamental. Esto significa que se espera una alta presencia de Estados miembro pero también de organizaciones internacionales, instituciones financieras y de comercio, empresas, sociedad civil y personal de Naciones Unidas de alto nivel, buscando mejorar y fortalecer la cooperación internacional.
Este espacio y las negociaciones previas nos convocan como Entreculturas, como Federación Internacional Fe y Alegría y como Campaña Mundial por la Educación, porque estamos ante un escenario muy preocupante y la sociedad civil tiene que ser capaz de ser un frente común y unido. Cada día nos alejamos más de cumplir los Objetivos de la Agenda 2030 a pesar de que se acerca la fecha de meta, tras cada cambio de gobierno vemos que los derechos humanos se ponen en cuestión y se utilizan como moneda de cambio a intereses comerciales y, por si esto fuera poco, el sistema de gobernanza internacional con el que contamos, pierde credibilidad fruto de un reparto de poder de decisión desequilibrado e injusto.
Todo esto, que parece muy ajeno, cuesta vidas humanas cada día, empuja a personas a migrar forzadamente, recorta las posibilidades de contar con empleos dignos y bien remunerados, y merma las posibilidades de transformar las injusticias que nos rodean y que están atravesadas por el sistema económico de producción y reproducción actual.
Esta agenda lleva 10 años esperando, ya que partimos de los compromisos de Addis Abeba, y este puede ser un momento de viraje, si demandamos coraje político y somos puente para el diálogo que ponga los intereses comunes y globales de cuidado de la vida en el centro de la agenda de acción de Sevilla.
El pasado 28 y 29 de enero, Entreculturas como parte de Fe y Alegría y de la Campaña Mundial por la Educación, estuvo participando de la Conferencia convocada por Eurodad (una red europea por la deuda y el desarrollo), uno de los espacios previos a la Conferencia de Sevilla, y conocimos algo más de las demandas que están encima de la mesa de parte de la sociedad civil, liderada por organizaciones del Sur Global que forman parte del Mecanismo que aglutina a la sociedad civil para influir en el acuerdo que se está negociando de cara a la Conferencia.
Resulta muy preocupante ver que las demandas vinculadas al compromiso con los derechos humanos están muy poco presentes en el documento de partida (y esa es una de las grandes conclusiones para seguir vinculadas al proceso de incidencia), y es importante destacar y reforzar las demandas sobre la gestión de la deuda soberana que tienen a 54 países del mundo en crisis de deuda y cuyo pago define enormemente y constriñen sus decisiones presupuestarias nacionales, entre otras por ejemplo, en el recorte reiterado de presupuesto para el pago de salarios de docentes.
Los mandatos (que se espera que se alumbren esta Cumbre) a los que debemos de sumarnos para elevar la voz del Sur Global son:
- La aprobación de un Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperación Fiscal Internacional los paraísos fiscales, los abusos fiscales de empresas multinacionales y otros flujos financieros ilícitos.
- La aprobación de una Convención de Naciones Unidas sobre la Deuda que aborde de forma integral la deuda de los países insostenible e ilegítima, incluso mediante una amplia condonación de la deuda.
- Acordar una Convención de las Naciones Unidas sobre Cooperación Internacional al Desarrollo, que incluya el establecimiento de un mecanismo para el cumplimiento de los miles de millones en «deuda de ayuda» no satisfecha al Sur Global durante décadas (y que los países donantes cumplan con su 0,7 entre otras demandas).
- Elaborar un acuerdo multilateral de la ONU para poner fin de forma coordinada y permanente a los mecanismos de solución de controversias entre inversores y Estados que han facultado a las empresas transnacionales para demandar a los gobiernos ante tribunales confidenciales sobre una serie de cuestiones como la deuda o los impuestos.
- Establecer un mecanismo intergubernamental de evaluación tecnológica mundial de la ONU para llenar el vacío en la gobernanza de las tecnologías digitales, incluidas las tecnologías financieras digitales, y evaluar su impacto en la sociedad, el medio ambiente y las personas.
- Establecer un proceso intergubernamental de la ONU para revisar y transformar las instituciones financieras internacionales y los Bancos Multilaterales de Desarrollo, que conduzca a una revisión de la arquitectura de las finanzas públicas internacionales.
La Federación Internacional Fe y Alegría, gracias a su Estatus Consultivo en ECOSOC, estará siguiendo muy de cerca este proceso pero necesitamos a todo el mundo, a todas las voces críticas y esperanzadas desde un optimismo movilizador de estas demandas que llevan demasiado tiempo esperando para contar con una gobernanza global más democrática, reparadora y reequilibrada del poder. Este año y mirando a Sevilla, toca militar la esperanza.