Celebramos nuestro 2º encuentro VOLPA del curso

El Escorial acogió el pasado fin de semana a los equipos de VOLPA (formadores, en formación y post VOLPAs) junto a las personas responsables de delegaciones y de Formación y Voluntariado en los territorios de Entreculturas. Aunque era un grupo amplio, en este triple encuentro VOLPA cada grupo tenía su propia agenda.

Los y las VOLPAS en formación (14 personas de las delegaciones de Madrid, Andalucía, Barcelona, Zaragoza, Valladolid y el grupo de Alboan) que han confirmado su deseo y compromiso por realizar un voluntariado internacional de larga duración y se marcharán a terreno entre octubre y enero del próximo curso trabajaron sobre la gesión de conflictos, conocieron más de cerca las instituciones a las que se incorporarán y reflexionaron sobre este voluntariado desde una mirada descolonizadora.

Los equipos formadores tras un primer espacio de cuidado y escuchar cómo vamos, tuvieron varios espacios de trabajo y reflexión para la mejora continua del programa VOLPA, además de unirse el sábado en la tarde a la propuesta formativa y talleres del otro grupo de voluntarios/as de Entreculturas sobre compromiso sociopolítico hoy.

El tercer grupo dentro del Encuentro VOLPA fue el de post VOLPA, en esta ocasión estuvieron Mónica que estuvo en Fe y Alegría Ecuador, Carlos en Fe y Alegría Chad, Ana en Fe y Alegría Perú y Wayra y Rocío en el Servicio Jesuita a Migrantes y Refugiados de Brasil. Ellos tuvieron espacio durante el sábado para recoger y reconectar con su experiencia y ver a que les lleva en sus vidas tras el regreso.

El testimonio en el espacio de la noche fue de Mónica Ceballos, post-VOLPA de Madrid que estuvo un año en Fe y Alegría Ecuador en tres ubicaciones distintas, entre ellas El Sade, cuyo centro educativo es receptor del proyecto “Bosque Escuela” apoyado por varias delegaciones. Este espacio aunó a todas las personas asistentes. Mónica compartió su proceso de discernimiento para participar en este programa de voluntariado internacional de larga duración, pudo explicar los distintos proyectos en los que estuvo colaborando y algunos de los aprendizajes que este año le han regalado, entre otras cosas a trabajar y conocer el mundo del cacao y de la ebanistería.

Cerramos el fin de semana con un espacio conjunto de evaluación donde pudimos expresar retos y agradecimientos que recogemos tras lo vivido el fin de semana y nos fuimos con la mochila cargada de ilusión y ganas de seguir aprendiendo y dando pasos.

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