Construyamos el futuro – XXIV Encuentro Anual

¡Qué fuerza tiene sumar ilusiones, compromisos, esfuerzos, diversidad, desvelos, amistad, alegría, complicidad… deseos profundos de justicia para este mundo que nos urge…!

Este fin de semana, más de 230 personas vinculadas a Entreculturas y Alboan llegadas de diferentes delegaciones de España nos dimos cita bajo el lema “Construyamos futuro”. Dos días de talleres y diálogos donde reflexionamos en torno a los retos y urgencias más actuales de las causas por las que trabajamos, así como distintos enfoques que deben interpelarnos como organizaciones a la hora de desarrollar nuestra misión. Un punto importante en la reflexión en que nos vamos a adentrar de cara a definir nuestro compromiso con la justicia de cara a los próximos años. 

Nos acompañó un número significativo de compañeros jesuitas: Enric Puiggròs SJ, Provincial de la Compañía de Jesús en España; Etienne Mborong SJ, director de Fe y Alegría Guinea Conakry; Maréus Tousseliat, de Fe y Alegría Haití; Martín Iriberri SJ, Director General de Entreculturas y Alboan; Jaime Badiola SJ, nuevo delegado de EDUCSI; Alberto Plaza SJ, delegado de la Plataforma Apostólica de Castilla y León; Baltasar Delgado Rodríguez SJ, voluntario en la delegación de Aragón; Moisés Díez Sanz SJ, voluntario de la delegación de Valladolid y Josemi Colina SJ, patrono de Entreculturas.

Sábado 5 de octubre

Tras el arranque con la interpretación de un grupo teatral de un grupo de jóvenes voluntarios y voluntarias de Entreculturas, que nos invitó a reflexionar sobre los distintos desafíos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad, el encuentro comenzó con la bienvenida de Martín Iriberri SJ, Director General de Entreculturas y de Alboan. “En estos días vamos a profundizar en las claves que nos van a ayudar a comprometernos con la justicia y la transformación social y lo vamos a hacer juntas, como no puede ser de otra manera, porque debemos cooperar desde lo internacional, pero también desde lo local”.  

También tuvieron unas palabras Enric Puiggross SJ, Provincial de la Compañía de Jesús en España; Luis Arancibia, Delegado del Sector Social; Jaime Badiola SJ, nuevo Delegado de EDUCSI; Mary Tere Guzmán, Directora Ejecutiva de Alboan; Ángela García, Delegada de Entreculturas en Vigo, y Laura Gago, voluntaria de la delegación de Entreculturas en Extremadura. Enric Puiggross SJ reflexionó sobre el lema del encuentro, afirmando que “para llegar más lejos debemos ir juntos y superar las individualidades, a la vez que perseguimos el sueño de que el mundo pueda ser más justo y solidario. Esto es lo que estamos haciendo estos días participando en una misión que va más allá de las paredes de nuestras oficinas”.

Posteriormente, comenzó la primera charla, de la mano de Etienne Mborong SJ, Director de Fe y Alegría Guinea Conakry. Etienne presentó una mirada global a la realidad de nuestro mundo, prestando especial atención a la necesidad de una solidaridad global y los esfuerzos en materia social, económicos y de incidencia que conlleva: “Yo no estoy aquí como Etienne, sino como una parte del mundo que está casi abandonada. El mundo va cambiando continuamente. Por eso es importante tener una base sólida para avanzar en un mundo que nos da miedo, donde cada vez más gente no presta atención a las realidades de los otros, aunque haya también muchas personas que siguen trabajando y luchando por ellas”.

Continuamos con una mesa redonda, en la que profundizamos en lo más urgente de las causas por las que trabajan Entreculturas y Alboan. Moderada por Eva Rodríguez Salcedo, Adjunta a la Dirección de Personas y Ciudadanía en Alboan. La asistente de investigación del Programa de Doctorado en Personas Refugiadas y Migrantes Forzados de la Universidad Pontificia de Comillas, Raquel Verdasco, se acercó a la realidad de los desplazamientos climáticos, señalando que “hay una falta de consenso alrededor del concepto de movilidad humana por causas climáticas porque engloba muchos fenómenos, lo que complejiza la protección de esas personas y el estudio de esta realidad”.

Javier Pérez González, Director de Political Watch, abordó la participación, señalando cómo “el principal  reto no es una cuestión técnica, sino de poder, de que se delegue y se cedan espacios de debate y decisión” y haciendo hincapié en que “si la participación no se entrena asiduamente, es muy difícil que se active  para luchar contra las grandes injusticias en el mundo”. Por último, terminó sentenciando que “hay que exigir canales de participación relevantes e inclusivos, cuyas decisiones se lleven realmente a cabo”.

Por su parte, Itziar Ruiz-Giménez, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid en Género y Educación, explicó que “la cooperación feminista no es solo acabar con la violencia de género, sino también conseguir introducir el enfoque de interseccionalidad en todas nuestras intervenciones”. Además, destacó que, para conseguir esa meta, es necesario “cambiar cómo somos, cómo es nuestra organización y los ámbitos en los que nos movemos porque nos atraviesa una tremenda violencia que nos influye desde los sesgos racistas, capitalistas y de género”.

Durante la tarde profundizamos en los diversos enfoques que atraviesan y afectan nuestro modo de hacer cooperación internacional y ciudadanía global, a través de talleres especializados. Los talleres fueron liderados por Marta Cervantes, abordando los desafíos de la comunicación; Itziar Ruiz-Giménez, profundizando en las claves feministas para una nueva cooperación; Alba Murcia reflexionando sobre la descolonización de  la cooperación; Julia Martínez, aproximándose a la innovación social para el abordaje colaborativo de retos complejos; Itziar Rosado, explicando cómo el mundo puede cambiar, pero no va a hacerlo solo; Clara Maeztu, relatando cómo construir ciudadanía global desde la inclusión; Javier Urrecha y Eberth Molina, presentando las alianzas estratégicas entre nuevos agentes de cooperación, y Pablo Funes, Gemma López y Luca Fabris, abordando las distintas redes internacionales para las transformación global. 

Al terminar los talleres, se celebró una Eucaristía presidida por Enric Puiggròs SJ. En ella se pusieron en valor los sueños y compromisos que hacen posible que las escuelas sean refugios y el derecho a una educación de calidad. 

Para finalizar el día, contamos con “Monipolio”, cuyo concierto invitó a la reflexión y la celebración a partes iguales. Todo ello, con versiones de canciones combativas y profundas.

Domingo 6 de octubre

La mañana del domingo arrancó con diferentes grupos para que las personas asistentes pudieran compartir las resonancias del día anterior, además de motivarlas para definir propuestas institucionales reales desde lo aprendido.  

El cierre constó de varios momentos: la participación del grupo joven de teatro que nos trasladó el decálogo de lo aprendido en los talleres del sábado, que junto a nuestra propuestas, son elementos necesarios para cambiar el mundo. Y un mensaje muy importante: «Sólo con nuestro aporte el mundo no puedo cambiar, pero sin el, sería imposible». A continuación escuchamos diversas voces que nos compartieron cómo lo trabajado en este encuentro interpela a cada una de las causas: Chema, de Cantabria, con las gafas del Derecho a la Educación; Leire (Coordinadora del Área de Gestión de Alboan) con las gafas de la Justicia Socioambiental; Marisa, de la delegación de Aragón, desde la mirada de la Movilidad Humana forzosa; Lourdes, en la coordinación de la Comisión de Género de Entreculturas, con las gafas de Género; y Rebe, da la delegación de Burgos, con las de Participación y Ciudadanía Global. Sus conclusiones nos dejan llamadas e inspiraciones para el trabajo que tenemos por delante. Y de colofón final, Ramón Almansa, Director Ejecutivo de Entreculturas, cerró este Encuentro Anual, enfatizando en la importancia de explicitar el agradecimiento porque “sin mostrar gratitud a las personas que nos han precedido es imposible pensar en el futuro. Porque lo que somos, somos por quienes nos han precedido”. En su intervención Ramón también nos instó a “comprometernos radicalmente con la promoción de la justicia porque es nuestra razón de ser y de estar en este mundo y nos hace sentir eslabones de una cadena y de un sueño que viene operando desde hace mucho tiempo”. Por último, nos invitó a ser apasionadas y apasionados con las cinco causas que defendemos porque cuando lo somos “contagiamos nuestros valores, a la vez que compartimos alegrías, sueños y esperanzas”.

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