Diez años después de Laudato Si’: esperanza y compromiso en la Ignatian Social Thinking Week

La semana pasada tuve la oportunidad de participar en la Ignatian Social Thinking Week en Lyon (Francia), un espacio de encuentro y reflexión en torno al décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco. Bajo este marco, nos reunimos personas jóvenes, educadoras, académicas y activistas de diversas instituciones europeas vinculadas a la espiritualidad ignaciana, con un objetivo común: revisitar el mensaje de Laudato Si’ desde los aprendizajes, desafíos y esperanzas del presente.

Desde Entreculturas, participé compartiendo cómo trabajamos por la justicia socioambiental y la ecología integral de la mano de las personas más jóvenes. Presenté algunas de nuestras propuestas educativas en red, como los Itinerarios de formación-acción para la ciudadanía global y el trabajo con la Red Generación 21+. En todos estos espacios, apostamos por una educación transformadora que conecte la espiritualidad, el compromiso social y el cuidado de la casa común.

Durante la semana, tuvimos momentos de trabajo colaborativo, escucha profunda y espiritualidad compartida. Las diferentes voces, desde diversos contextos y países, nos recordaron que Laudato Si’ sigue siendo hoy una llamada urgente a cambiar nuestro estilo de vida, nuestras estructuras y nuestras prioridades, desde una perspectiva ética, política y espiritual.

Me llevo de esta experiencia tres grandes aprendizajes:

  • Que la esperanza existe y se concreta en los rostros de quienes, día a día, luchan por un mundo más justo y sostenible.

  • Que la juventud tiene un papel esencial: no solo como sujetos de formación, sino como protagonistas del cambio social.

  • Que la espiritualidad ignaciana nos ofrece un marco valioso para unir reflexión profunda y acción comprometida.

Volví de Lyon con el corazón lleno, agradecida por las conexiones creadas y convencida de que la transformación es posible si la construimos juntas y juntos, desde lo local y lo global. Porque, como repetimos muchas veces durante el encuentro:
There is hope.
Hay esperanza.

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