Ayer 26 de mayo 6 centros educativos del total de los que participaron en el programa Educa en Global en este curso 2024-2025 se juntaron en el colegio SAFA Nuestra Señora de los Reyes en Sevilla para compartir los retos que se habían propuesto y las soluciones que han ido desarrollando para dar respuesta a los mismos.
Desde propuestas para que una asociación que trabaja con personas con discapacidad tenga más personas voluntarias hasta propuestas para conectar más con las personas mayores de nuestro entorno a través de juegos y propuestas de trabajo en una huerta, pasando por mejorar y hacer más accesible la propuesta de la vía verde de su pueblo o plantear una tienda de informática que apoya a las personas mayores y más vulnerables a su acceso a la tecnología o las propuestas para repensar el concepto de pobreza o acompañar a compañeros y compañeras en el paso de un ciclo educativo a otro, alumnado y profesorado fueron compartiendo su experiencia, retos, dificultades, logros y trabajo por hacer, en una jornada en la que predomino el sentimiento de que somos muchas personas que desde diferentes lugares, con diferentes edades y niveles de estudios y atendiendo a diferentes realidades estamos construyendo un mucho más justo y solidario y convirtiéndonos en agentes de cambio y ciudadanos y ciudadanas globales.
El proyecto educativo Educa en Global busca desarrollar en jóvenes capacidades orientadas al desarrollo de una visión creativa y esperanzada para poder afrontar los retos actuales a los que nos enfrentamos como sociedad y buscar soluciones reales a los mismos a través de metodologías como el Aprendizaje Basado en Retos (ABR) y el Aprendizaje Servicio (APS). El proyecto consta de dos partes. Por una lado una formación participativa y experiencial del itinerario formativo con docentes y, por otro, el trabajo con alumnado de cursos de ESO y Ciclos Formativos de Grado Básico (CFGB) en el que esos docentes trabajan el itinerario con el alumnado. En todo el proceso educativo se incorpora un enfoque socioafectivo y de participación prosocial para que jóvenes y docentes puedan canalizar los aprendizajes y las emociones generadas por los retos planteados a través de la acción. Además el proyecto incorpora este enfoque transformador y la adquisición de competencias ciudadanas en el currículo. El proceso educativo termina con un encuentro en el que se comparten las propuestas y con la difusión de las mismas con lo que se enriquece la propuesta para el conjunto de personas participantes y se comunica de manera que tenga un efecto multiplicador.