La reforma del sistema de cooperación es uno de los temas prioritarios de las organizaciones que como Entreculturas, defendemos que la Ayuda Oficial al Desarrollo sea una política pública de Estado robusta y correctamente financiada que acompañe procesos de provisión de bienes públicos globales como es la educación en los países donde más se necesita.
Por primera vez en 20 años, el Gobierno español se ha comprometido con la reforma de nuestro sistema, y lo hace en un contexto internacional de múltiples y complejos retos. Hoy por hoy, se encuentra muy debilitado y a la cola de Europa, por lo que urge un sistema de cooperación ambicioso que responda a los retos globales y que promueva la coherencia de políticas para el desarrollo sostenible. Una cooperación que conecte con la ciudadanía y refuerce su presencia en los ámbitos locales con otros rincones del planeta. Una cooperación que responda de manera eficaz a las emergencias humanitarias.
En Entreculturas, estamos siguiendo y participando activamente del proceso de reforma de la Ley de Cooperación, cuyo anteproyecto fue aprobado en Consejo de Ministros en enero. En este punto, el anteproyecto de Ley fue sometido a un periodo de audiencia pública y Entreculturas participó de este proceso destacando, entre otros asuntos, que la propuesta presentada supone un avance notable con respecto a la Ley del 98, recoge demandas clave de la sociedad civil y la apuesta por cumplir con el compromiso del 0,7% en 2030 es muy positiva. El anteproyecto es buen punto de partida, pero los enormes retos globales que enfrentamos exigen medidas que garanticen que la acción exterior cumple la Agenda 2030 y respeta los derechos humanos y el planeta. Entreculturas señaló, entre otros asuntos, que en la sección de Objetivos de la Ley sería deseable incorporar una mirada de promoción de los servicios sociales básicos para promover la justicia social a través de sistemas nacionales que garanticen los servicios sociales básicos y los bienes públicos globales tales como la salud y la educación de calidad.
La hoja de ruta marca que en los próximos meses se elaborarán dos informes prescriptivos: desde el Consejo de Cooperación y desde el Consejo de Estado. Entonces, la Ley volverá al Consejo de Ministros para validación de la versión definitiva; despúes tendrá lugar el trámite parlamentario, podría llegar la ley entre marzo y abril y a partir de ahí tendría una tramitación de ley ordinaria: aceptación a trámite de la Mesa, publicación en el Boletín Oficial de las Cortes, 15 días hábiles para presentar enmiendas. Los partidos pueden solicitar ampliar este plazo, lo que puede alargar el periodo de tramitación. La aprobación de la Ley se habla de tenerla idealmente en junio, pero con bastantes visos de que vaya a otoño.
El sistema de cooperación vive una reforma integral y la Ley es una pieza más de un amplio proceso que debe ser aprobado con el mayor consenso posible. La discusión que se realizará los próximos meses en el Congreso y los procesos de aterrizaje en reglamentos, y planes (a nivel estatal y territorial) serán una buena oportunidad para concretar la propuesta y garantizar que la cooperación sea una política de Estado que esté a la altura de los desafíos globales.
En paralelo a este proceso, Entreculturas también participó el pasado mes de julio en la consulta que se realizó a organizaciones españolas para el Examen de pares de Cooperación para el Desarrollo – OCDE y la pasada semana se conoció el resultado del examen para España con una publicación que estamos analizando y que hemos traducido (de forma no oficial) para que se pueda leer en español aquí.
