Este 25N alzamos la voz por el derecho de las mujeres a #MigrarSeguras

Casi la mitad de las mujeres asesinadas en España en 2023 son mujeres migrantes. En concreto, el 42,3%. Por cada 100 asesinadas, 42 migrantes. Si la población de origen migrante en España representa el 14,5% del total, ¿cómo es posible esta sobrerrepresentación de las mujeres migrantes en los datos de víctimas mortales de violencia de género?

El pasado 25N, Día para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, organizaciones y colectivos de mujeres migradas y racializadas reclamaban al Estado español políticas feministas y antirracistas, ante la evidencia de que ser mujer migrante aumenta el riesgo de feminicidio en nuestro país.

Feminicidio es el término que las feministas latinoamericanas acuñan para referirse a los asesinatos de las mujeres por el hecho de ser mujeres, es decir, los asesinatos fundados en una estructura de poder basada en género. Es un término político que surge con el fin de reconocer y visibilizar la discriminación, desigualdad y violencia sistémica contra la mujer, que en su forma más extrema culmina con la muerte. Un tipo de violencia que hunde sus raíces en las desigualdades sociales, políticas, económicas y culturales, y por lo tanto no tiene en cuenta única y exclusivamente el género.

 

El informe publicado por Alboan y Entreculturas* dentro de la campaña Mujeres en Marcha parte de esta última idea, que se conoce como interseccionalidad de las violencias. Esta es la dinámica por la que diferentes formas de violencia se superponen en los procesos migratorios de las mujeres. En esta intersección se relacionan la variable de género junto con otras relativas a la etnia o raza o condición de mujer migrante, facilitando la existencia de mayores vulneraciones y formas de violencia.

La semana pasada presentábamos en Bilbao el informe, titulado «Invisibilizadas. Mujeres Migrantes en el Cruce de Fronteras». Frente a la invisibilización, buscamos poner en el centro del debate los derechos de las mujeres migrantes, sus historias, sus demandas y sus sueños, decía Sara Diego, compañera de Alboan y coautora del informe. También queremos denunciar las fronteras, los muros visibles e invisibles, físicos y simbólicos que marcan las experiencias migratorias, y poner sobre la mesa la corresponsabilidad de las políticas del Norte Global en la vulneración de derechos fundamentales y la perpetuación de violencias que anualmente terminan con las vidas de miles de personas.

 

Como no podía ser de otra manera, en Entreculturas hemos alzado la voz por esta reivindicación. Tanto en la Sede Central como en el encuentro de Delegaciones, Formación, Voluntariado y Ciudadanía del pasado fin de semana en El Escorial hemos querido reclamar el derecho de las mujeres migrantes a vivir libres de violencias. Lo hemos hecho mediante una ciberacción: Unas 80 personas nos juntábamos para pensar lemas, hacernos fotos con mensajes y aprender de manera colectiva e intergeneracional a cómo unir nuestras voces (virtuales) para visibilizar que las violencias basadas en género son continuas en la vida de las mujeres que migran y para demandar a las autoridades competentes políticas que actúen y garanticen a las mujeres su derecho a #MigrarSeguras.

 

 

 

 

 

 

 

 

* Con la colaboración del Servio Jesuita a Migrantes, la Fundación Ignacio Ellacuría, y Loiola Etxea, y sobre todo de muchas mujeres valientes que compartieron con nosotras sus historias y demandas.

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