Durante los días 4,5 y 6 de julio de 2023 ha tenido lugar en el centro Arrupe Etxea de Bilbao, (la casa donde donde residen algunas de las obras de lo compañía de Jesús en Euskadi) un encuentro para trabajar la interreligiosidad donde hemos estado compartiendo y conviviendo, diferentes personas que proveníamos de diversos espacios y provincias.
Hemos podido compartir reflexión y conocimientos con compañeras de diferentes disciplinas y creencias, como son por ejemplo, jesuitas de la casa Loyola, un abogado del SJM de Madrid, tres compañeras de pueblos unidos, dos compañeros de migra studium en Barcelona, una religiosa Mercedaria, gentes de F. Ellacuría, trabajadora y voluntarias de Cáritas…, un sinfín de perfiles unidos en ese contexto para formarnos, comprender y participar del encuentro de dialogo, de diferentes confesiones o maneras de entender la Fe.

El itinerario fue muy completo, tuvimos celebraciones religiosas/oraciones, charlas, mesas redondas de diferentes confesiones, visitas a templos de confesiones ajenas a la católica donde pudimos ver, preguntar, conocer y hasta presenciar un rezo en una mezquita.
Sin duda, a mi parecer, acercarnos de manera vivencial, tanto a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, (mormones) como a la Mezquita de AL Forkan, han sido las experiencias más interesantes que he vivido estos días.
Por otro lado, rodearme de compañeras y compañeros en los que aparte del curso, hemos compartido pintxos, txacolí y charlas en el marco de la bonita ciudad de Bilbao, ha sido muy enriquecedor. A pesar de pasar largas jornadas en el curso, aún en estos encuentros informales seguíamos compartiendo los pareceres del día, de lo que habíamos visto, lo que habíamos percibido o simplemente inquietudes o anécdotas de todo tipo.
Sin duda, ha sido muy interesante tanto a nivel personal como profesional por la perspectiva de diversidad y conocimiento de la misma que he absorbido estos días y por la red que he tejido con compañeras de otras obras.
Para acabar, me gustaría hacer un agradecimiento especial a F. Ellacuria en general y, a Bea y Cibele en particular, por la calurosa acogida que nos brindaron a todas en su ciudad.