Del 25 al 31 de mayo, tres alumnas de 4º de ESO del colegio Jesuïtes Gràcia –miembros activas de la Xarxa Solidària de Joves (XSJ)– han tenido la oportunidad de vivir una experiencia transformadora en Cartagena de Indias (Colombia), acompañadas por la docente Cristina Pol, quien este año ha liderado la red solidaria en el centro educativo.
El encuentro, organizado en colaboración con la Red de Juventudes de Cartagena, se ha centrado en la justicia socioambiental y ha permitido a las jóvenes catalanas conocer de primera mano la realidad de la juventud cartagenera y sus iniciativas para el cuidado del medioambiente. Durante una semana intensa, llena de encuentros, diálogos y acciones comunitarias, han compartido camino con la Red de Juventudes de Cartagena, que trabaja desde hace años para transformar sus barrios desde el compromiso y la solidaridad.
Uno de los momentos más impactantes ha sido conocer el trabajo de la Corporación Ambiental de la Reserva de los Manglares, una iniciativa impulsada por jóvenes de los barrios de Fredonia y Las Américas –zonas marcadas por asentamientos informales y altos niveles de vulnerabilidad–. Allí, las jóvenes de Jesuïtes Gràcia han podido ver cómo el liderazgo juvenil se concreta en acciones valientes y constantes para proteger los manglares, espacios naturales esenciales para la salud del río y del barrio. A través de la limpieza, la sensibilización vecinal y la incidencia, este grupo de jóvenes cuida el territorio y defiende su derecho a vivir en un entorno digno.
Además, han participado en actividades de sensibilización e intercambio con otros colectivos de la Red de Juventudes, con estudiantes de la Universidad Mayor de Cartagena y con niños, niñas y adolescentes de la escuela Fe y Alegría Las Américas. Ha sido un espacio enriquecedor para compartir las prácticas de solidaridad que se desarrollan en Barcelona y para aprender sobre otras realidades que amplían la mirada y el compromiso global.
Nos llevamos a casa mucho más que recuerdos: nos llevamos vínculos, inspiración y una gran dosis de esperanza. Gracias de corazón al equipo de voluntarios/as de la Red de Juventudes de Cartagena y a las compañeras de Fe y Alegría Colombia, que nos han acogido como en casa y nos han regalado una experiencia que llevaremos siempre en el corazón.
¡Seguimos tejiendo red!