El pasado sábado 29 de marzo, la delegación de Madrid organizó un pase del documental «Un hombre sin miedo» (Juan Luis de No, Médano Producciones) sobre la vida del jesuita José María Llanos, sobre cómo paso de «azul» a «rojo», parafraseando a su biógrafo P. Lamet SJ. Se trataba de un evento organizado en colaboración con el colegio San Ignacio de Loyola -en cuyas instalaciones se realizó la proyección-, la comunidad jesuita de Alcalá -donde Llanos vivió su última época- y Entreculturas, a través de la delegación de Madrid que, además de ocuparse de la logística y la organización del evento, dirigió una mesa-coloquio en la que colaboraron P. Alfredo Verdoy SJ, P. José Luis Gómez Morales SJ y, de manera espontánea, el P. Ridruejo SJ. Todos ellos, testimonios de primera línea que vivieron con Llanos y colaboraron en levantar el barrio de El Pozo y apoyar a los hombres y mujeres con los que trabajaron, codo con codo, en unos años tan duros.
Entreculturas ve en la vida del P. Llanos muchos de los valores que representan sus causas. José María Llanos fue un gran defensor del derecho a la educación de niños y niñas. Sabía que era el camino para hacer personas libres. El Pozo fue, sin duda, un gran espacio de participación para lo que hoy el Papa llamaría los «descartados» de la tierra, de la sociedad. Llanos fue un gran luchador por la justicia social, término acuñado por otro jesuita Luigi Taparelli, que lo definió como «igualar a las personas en derechos de humanidad» («Ensayo teórico del derecho natural apoyado en los hechos», 1843), y se sintió siempre solidario con el migrante, que era el que llegaba a Madrid desde la España profunda. Y en unos años en los que el papel de la mujer en la sociedad estaba a la sombra del hombre, ya fuera padre, hermano o marido, Llanos siempre las tuvo cerca, las escuchaba, confiaba en ellas y en su acción en el barrio. Las reconocía igual a él, en dignidad y derechos. Posiblemente él no lo formularía así, pero creía en la equidad de género.
Gracias a todos los que lo hicieron posible. Nos vemos en la próxima.
