La gira “Escucha el grito de la Amazonía” llega a Barcelona de la mano de Marita y Fátima, compañeras del equipo itinerante CIMI (Consejo Indigenista Misionario)

Empezaremos esta noticia por el final, dando un agradecimiento profundo tanto a Marita como a Fátima ya que en su recorrido por las diferentes delegaciones como en los actos llevados a cabo en cada una de ellas, por partida triple en algunos casos algún día, han dejado una huella imborrable fruto de la ilusión y el compromiso con el que contaban su experiencia que no deja de ser su propia vida encarnada en la misma causa que defienden.

En Barcelona estuvieron este pasado 2 y 3 de noviembre. La tarde del jueves 2 de noviembre estuvieron en el Casal Loiola acompañadas de David Jacuede, un voluntario de VOLPA que estuvo en Manaos (Brasil) de octubre del 2021 a marzo de 2023 y que con su propia experiencia ha ayudado a comprender la frágil situación de los pueblos indígenas. La mañana de ese mismo día estuvieron en el Institut Químic de Sarrià (IQS) y en el colegio de Sant Ignasi – Sarrià. Y al día siguiente hablaron para un auditorio lleno de estudiantes en el Colegio Caspe – Sagrado Corazón de Jesús.

  

    

Sus vidas son un ejemplo maravilloso de vocación, al que todos estamos llamados de una u otra forma. Esa llamada que contestó Marita siendo aún una joven universitaria llena de inquietudes y ganas por cambiar el mundo. Ese momento se hizo esperar, y tuvo que aprender a acoger esa espera, hasta que un día un jesuita, docente de esa universidad, le propuso ir a Paraguay a conocer la realidad de aquellas tierras y pueblos. Y es allí dónde empezó su singular recorrido vital hasta llegar a ser parte de este equipo itinerante que lo que pretende es dar visibilidad y sensibilizar sobre la causa amazónica.  

            

La alegría que transmiten la contagian y nos invita a soñar que algún día todo aquello por lo que luchan se vea por fin alcanzado. Parte de esa lucha pasa por crear espacios seguros para la población autóctona, salvaguardando sus derechos y su territorio que no entiende de fronteras ni de sobreexplotación. Ésta última llevada a cabo por las empresas extractoras que están deforestando sus tierras y les obligan a migrar ya que acaban con toda posibilidad de ser habitables. Es así como algunas familias indígenas se encuentran en la paradoxal tesitura de tener miembros de una nacionalidad u otra en función de la división territorial y ver arrasadas sus tierras por un interés particular y privativo totalmente antagónico a la cultura indígena que lo que hace es respetar y cuidar la tierra, ya que ella cuida de ellos alimentándolos. La Pachamama.

Es por ello que el Sínodo de los obispos para la Región Panamazónica o también llamado Sínodo de la Amazonía que se celebró en Roma del día 6 al 27 de octubre de 2020 supone un primer paso en esta conquista de derechos, reconocimiento y visión holística e integral de la ecología.

Es así, con la Esperanza, como acaban o quieren acabar la presentación que llevan a todas partes en su largo itinerario, Marita y Fátima. Y en este acabar, en el Casal Loiola, de hecho, disfrutamos compartiendo a modo de canto comunitario un poema de Mario Benedetti, “Tus manos son mi caricia…”. Para que no cese este caminar juntos, para que así, juntos, cambiemos las cosas.

Os dejamos un trocito de vídeo del poema cantado y más abajo el mismo poema por si os inspira:

Tus manos son mi caricia

mis acordes cotidianos

te quiero porque tus manos

trabajan por la justicia

 

si te quiero es porque sos

mi amor mi cómplice y todo

y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos

 

tus ojos son mi conjuro

contra la mala jornada

te quiero por tu mirada

que mira y siembra futuro

 

tu boca que es tuya y mía

tu boca no se equivoca

te quiero porque tu boca

sabe gritar rebeldía

 

si te quiero es porque sos

mi amor mi cómplice y todo

y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos

 

y por tu rostro sincero

y tu paso vagabundo

y tu llanto por el mundo

 

porque sos pueblo te quiero

 

y porque amor no es aureola

ni cándida moraleja

y porque somos pareja

que sabe que no está sola

 

te quiero en mi paraíso

es decir que en mi país

la gente viva feliz

aunque no tenga permiso

 

si te quiero es porque sos

mi amor mi cómplice y todo

y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos.

 

 

 

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