Sembrando semillas para la educación en Madagascar

Decía ​​Manuel Aristorena SJ, Director de Fe y Alegría Venezuela, que hay que “comer para aprender”, refiriéndose a que para tener la capacidad de concentrarse, atender y estudiar es necesario contar con una alimentación completa y nutritiva. Cuando hay hambre, el aprendizaje se ve comprometido. 

Por el Día Mundial de la Alimentación hemos hablado de la relación que hay entre la comida y la educación acercándonos a Madagascar y a un proyecto que estamos llevando a cabo junto a Fe y Alegría Madagascar y otras obras jesuitas.

Se trata del Proyecto Seed, una iniciativa que tiene el objetivo de ayudar a las familias para que puedan cultivar sus alimentos de forma autónoma y no depender de los ingresos y de los precios oscilantes de los alimentos. Cumpliendo la primera premisa, la alimentación, se pone la pieza fundamental para cumplir la segunda: la educación de los niños y niñas.

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