Volver a terreno y tejer, tejer y tejer. Viaje seguimiento VOLPA a Perú

Creo que me habéis escuchado decir en más de una ocasión que, en este momento, tengo el puesto más bonito de Entreculturas. Para quien no me conozca o me sitúe, le diré que coordino el programa de voluntariado internacional VOLPA (Voluntariado Pedro Arrupe).

En este mes que cumplo mi mayoría de edad en Entreculturas…aquel 4 de septiembre de 2006 entramos una buena pandilla, misteriosamente se me ha regalado poder regresar al lugar en el que de algún modo “empezó mi historia con Entreculturas”. 20 años después he regresado de viaje de seguimiento a Perú a visitar a nuestro voluntariado en terreno y a las organizaciones que les acogen o que les gustaría acoger.

Y 20 años después de haber sido voluntaria allá, confirmo a través de quienes están ahora y de las organizaciones que acogen a nuestros VOLPAs que esto merece la pena, que es un proceso de transformación, de intercambio, de cooperación y de ciudadanía único y precioso que Entreculturas y Alboan están sabiendo cuidar. Y creedme que ya somos muy pocas las organizaciones que ofrecemos propuestas de voluntariado internacional de larga duración, por el esfuerzo que requiere en recursos y por contracultural.

Dicho esto y una vez situada la foto inicial, os comparto que pude estar, conversar y sobre todo escuchar a muchas de las organizaciones socias de Entreculturas en Perú. En Lima abrimos nuevos caminos con el SJM Perú, pisé la tierra sagrada de El Agustino y esa cordillera llena de casitas y más casitas, me sentí en casa en las oficinas de Fe y Alegría y las personas que coordinan la oficina de voluntariado, amplié conocimientos en mi reunión con el delegado de los social en la CPAL y aterricé en el trabajo más ejecutivo de la ODP.

De ahí volé a Cusco, otra tierra sagrada, para reencontrarme con Andahuayillas y Urcos, con ese valle que atrapa y acoge una buena parte del trabajo social que hace la Compañía de Jesús en Perú y a nuestro voluntariado. Pude reunirme con Fabián, SJ, que es quien acoge y acompaña a nuestros/as VOLPA en su labor en Fe y Alegría, estuve en las oficinas del CCAIJO, me topé casi por casualidad con Meritxell que fue VOLPA allá hace 17 años y ahora es la directora de SEMPA, en esa ruta única y preciosa del barroco andino, y compartí profundo con Karem, directora de Wayra y delegada del sector social en Perú que años atrás estuvo con nosotros en Maldonado. De esto va todo, de tejer y tejer relaciones…

Y en ese tejer y tejer, pude pasar tiempo de calidad con Ana y Javier, ambos VOLPAs en FyA en la zona Cusco, aunque ahora Ana va a pasar a colaborar con Wayra. Pasar tiempo, conversar, pasear, comer rico como se come allá y seguir acompañando el camino en este proceso que es VOLPA. Preguntar, cuestionar, soñar…sentir miedos, dudas y al mismo tiempo confiar. Estar, colaborar, reir, escuchar, dejarse tocar por la realidad, entregar quien uno o una es y recibir todo lo que se da. Me faltó poder visitar a Sergio en aquel rincón de Nieva, pero esta vez no fue posible por tiempos y distancias.

Y 20 años después pude volver a visitar la casa que me acogió, aquella habitación que hice mia y que hoy es una capilla preciosa, volver a abrazar a una parte de quienes fueron mi equipo y a otros ir a agradecer al lugar donde ya la tierra y el cielo les acogen…y volver a mirar ese valle, cruzarme con esos rostros que en su día me cambiaron la mirada, y agradecer y agradecer aquel tiempo que me permitió ser quien soy hoy y dedicarme a lo que me dedico. Acompañar procesos vitales, vocacionales….¿Algún puesto más bonito que el mío?

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