Yo sigo muy agradecida por estos días renovadores de gustar y sentir internamente.
Me ha encantado re-conocer la propuesta por parte de Entreculturas de participar la espiritualidad, lo que nos impulsa y da sentido a la misión.
Una vez reconocida está propuesta, me ha entusiasmado profundamente. Acabar el curso, con la mochila cargada de actividades, cansancio, sueños cumplidos y por cumplir…, que mejor que unos días en los que no hay otra cosa que hacer que ver donde me sitúo y si la actividad, a pesar de haberme dejado agotada, ha merecido la pena y merece seguir en ella, en la misión. 2, 3 por uno; en el voluntariado, el trabajo…, la vida en general.
La verdad es que llegué literalmente agotada, sueño arrastrado y con la cabeza llena de interrogantes. Con mucho sueño, ganas de sacarle todo el partido y en alguna parte, intentando no escucharlo, el temor de volver como había venido.
La experiencia ha superado mis expectativas. Pues a nuestra disposición pusisteis las condiciones externas, a nosotros. Un lugar con diversidad de ambientes, exterior e interior, ordenado y silvestre, individual y grupal… Ya sólo faltaba usar, como bien nos apuntasteis, nuestra libertad y actitud para dejar al Señor obrar en nosotros.
Y el Señor se me ha regalado en abundancia. Encontré descanso para el cuerpo y el alma, encuentro con Dios y la misión. Como haber puesto el reloj de péndulo en hora.
Me ha encantado también escuchar los testimonios de cada participante. Ha sido palpable que cada uno hemos vivido una experiencia personal y única.
Sarahma Alvarez Clouet
Entreculturas – Valladolid