La Cruz de Lampedusa fue la protagonista de un simbólico acto organizado por Entreculturas Santiago en la iglesia de San Agustín. Hubo la oportunidad de acercar esta cruz de madera, construida con los restos de una naufragio de personas migrantes en el Mediterráneo, y desde nuestra delegación de la capital de Galicia se organizó un acto muy emotivo, hondo y a la vez tremendamente sencillo, liderado por el padre Balta, jesuita, voluntario de Entreculturas Santiago, y con la colaboración de varios voluntarios de la delegación.
La Eucaristía, centrada en la cruz y los crucificados de este mundo, tuvo su continuidad en la vigilia, también centrada en el drama de los crucificados por nuestro egoísmo… y los signos de luz y esperanza. Después, a partir de las 22:00, los universitarios de MAG+S vinculados al Colegio Mayor San Agustín, con el padre Sergio García al frente, también tuvieron su vigilia particular.
