Comisión de Ecología: Slow tourism, un verano sostenible

Ahora que llega la temporada de vacaciones, no es casualidad recordar que Naciones Unidas declarase 2017 como el Año del Turismo Responsable. En los últimos dos años se ha multiplicado por cinco la demanda de viajes sostenibles. Alrededor de 230 empresas turísticas internacionales ostentan la certificación del Instituto de Turismo Responsable bajo el sello Biosphere Responsible Tourism. Y es que cada vez más, se necesita un slow tourism. Un turismo que huye de las aglomeraciones, que tiene en cuenta las repercusiones medioambientales del turismo para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades de acogida. Se trata de viajar más lento, de estar más tiempo en los lugares, de dejar de lado planos o guías y sumergirse en el lugar guiándose por nuestros impulsos.

El pasado mes de abril se celebró en León el primer Encuentro Nacional del #ViajeroResponsable dónde más de 100 blogueros especializados en viajes hablaron sobre el papel protagonista que debe jugar el turista como generador de tendencias sostenibles a través de la elección, recomendación y consumo de productos y experiencias turísticas sostenibles. Ahora que se acerca el verano es buen momento para ser un turista sostenible. Desde la Comisión de Ecología os dejamos algunas propuestas para un verano más sostenible:

ALGUNAS PROPUESTAS ECO PARA EL VERANO

Planes sostenibles

  • Ceres Ecotur es una red de alojamientos, empresas de actividades e iniciativas gastronómicas para el fomento de un turismo ecológico.
  • ECOVAMOS es una comunidad online en la que puedes encontrar cursos, encuentros, talleres, información sobre festivales y eventos ecológicos que ocurren en nuestro país. 

Una película

  • “HOME”. Un documental dirigido por el francés Yann Arthus-Bertrand. Imágenes aéreas del Planeta que muestran su belleza y cómo las actividades humanas se están convirtiendo en un peligro para la tierra.
  • Antes que sea tarde” (Fisher Stevens, 2016). Explora los efectos devastadores del cambio climático a través del diálogo entre Leonardo DiCaprio (nombrado Mensajero de la Paz de la ONU contra el cambio climático) y activistas, científicos y líderes mundiales.
  • No Impact Man: The Documentary” (Aura Gabbert y Justin Schein, 2008). Documental sobre un matrimonio, Colin Beavan y Michele Conlin, y su hija que durante un año en Nueva York intentan generar el mínimo impacto sobre el medio ambiente, por ejemplo, detener sus emisiones de CO2.
  • Cowspiracy. El secreto de la sostenibilidad” (Kip Andersen y Keegan Kuhn, 2014). Considerado uno de los documentales más importantes de los últimos años, desvela los secretos más velados de la industria de la carne y productos lácteos. Desde la deforestación de más del 91% del Amazonas a la desertificación que ocasiona esta cowspiración.
  • La princesa Mononoke” (Hayao Miyazaki, 1997). Una de las películas de animación japonesas más influyentes de la historia que lanza un fuerte mensaje ambiental para niños y adultos.
  • Wall-E” (Andrew Stanto, 2008). En un futuro inciertamente lejano, los humanos han partido a otros lugares del espacio, dejando a la tierra abandonada y llena de basura. Un pequeño robot se encarga de recoger todo este desperdicio. Su vida transcurre en más o menos soledad hasta que aparece otra robot del exterior, EVA. Un clásico de la animación que despertará nuestro amor hacia el planeta y su diversidad.

Un libro

  • Tu consumo puede cambiar el mundo”, de la periodista y escritora española Brenda Chávez.
  • Ecología y ciudad”, de la arquitecta Teresa Arenillas, sobre la reconversión de las ciudades en entidades respetuosas con el medio ambiente.
  • Ecofeminismo”, de Vandana Shiva y María Mies. Ecología y feminismo están íntimamente ligados. Descubre la responsabilidad y respuestas que las mujeres pueden dar a los mayores problemas actuales del planeta.
  • Memorias de la Tierra”, del dibujante de cómic Miguel Brieva. Con su humor irónico e increíbles ilustraciones, el autor filosofa sobre la crisis ecológica y económica, aportando algunas ideas para contribuir a un espacio mejor.
  • Opción Cero. El reverdecimiento forzoso de la Revolución cubana”, de Emilio Santiago Muíño. Un poco de historia y ecología. En los años 90, la caída de la URSS dejó a Cuba desprovista de suministros externos como el petróleo, obligándola a transformar su sistema energético y agroecológico drásticamente. Algunos lo consideran un referente ecosostenible de adaptación viable ante crisis energéticas.
  • “¿Cómo nos movemos? Aspectos psicosociales de la movilidad sostenible”. Una importante reflexión sobre la manera en que percibimos nuestros distintos medios de transporte y cómo inclinar nuestra mente hacia opciones más sostenibles. Escrito por Javier Garcés Prieto, Isidro Giménez Gómez, Miguel Ángel Ramos Gabilondo, Pablo Redondo Mora y Pilar Vega Pindado.  

Revistas

  • Soberanía Alimentaria. Revista trimestral de información, debate y reflexión acerca de la vida rural, la agricultura y la alimentación, y todo lo que les afecta. También ofrece una recomendación de libros sobre medioambiente y ecología. Todos los números disponibles gratuitamente en: soberaniaalimentaria.info
  • Ecología política. publicación semestral acerca del poder político y su influencia sobre los conflictos socioecológicos. Subscripción y compra de artículos en: http://www.ecologiapolitica.info/

Para el paladar

  • Un aceite: Finca La Torre Hojiblanca, Málaga. Ha sido ganador en la categoría absoluta a mejor aceite ecológico Español en los Premios ECOTRAMA celebrados en el mes de marzo. http://aceitefincalatorre.com
  • Un Vino: Lezaun 0,0 Sulfitos. Bodegas Lezaun, Lacar. Bodega familiar productora de vinos Ecológicos con denominación de origen Navarra. http://www.lezaun.com/

LA IMPARABLE FIEBRE VERDE

Necesitamos conectar de nuevo con la Tierra, nuestro hogar. Es obvio que resulta vital para el ser humano un medio ambiente sano ya que determina nuestra salud y la posibilidad de llevar una vida digna. Es incuestionable la obligación que tenemos de tenerlo en cuenta y protegerlo porque de ello dependerá nuestro bienestar y supervivencia como especie.

Durante la segunda mitad del siglo pasado, el ecologismo o “movimiento verde” ocupó un lugar relevante, siendo diverso, amplio y heterogéneo en formas y propuestas. En 1987, la Comisión Brundtland, creada por la ONU emitió un informe en el que señalaba que la humanidad debía cambiar sus estilos de vida y la forma en que se hacía el comercio, pues de no ser así, se esperaba un padecimiento humano y una degradación ecológica inimaginables. Pese a los avances en este sentido que se han producido desde entonces se puede constatar que aún tenemos mucho recorrido para garantizar la supervivencia como especie.

En términos relativos, vivimos en un planeta, pero nuestro consumo de recursos es el equivalente a planeta y medio. Según el modelo de producción y consumo actual en 2030 necesitaremos dos planetas.

Cada año, más de 17 millones de hectáreas de bosques en el mundo son destruidas, se emiten más de 3.000 millones de toneladas de dióxido carbono a la atmósfera y 2 millones de personas mueren por enfermedades o afecciones relacionadas con la contaminación. La Comisión Brundtland recomendó, por aquel entonces, iniciar una nueva etapa basada en nuevos estilos de vida y hábitos de consumo más Eco-friendly. Y en ello estamos, como sociedad y como individuos.

Los datos confirman que cada vez son más las personas que buscan un estilo de vida más responsable y ecológico. Consumir eco es más sano, más sabroso y más respetuoso con el medioambiente y los españoles lo hemos entendido bien ya que, según los datos recientemente publicados por el Ministerio Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), el consumo de productos ecológicos en España está creciendo 18 veces más que el convencional y el número de operadores ecológicos en 2016 rondaba los 41.800, lo cual indica un incremento del 5,5% respecto al año anterior, aportando 85.000 puestos de trabajo.

La importancia de la producción ecológica en España queda especialmente de manifiesto ya que  ocupa la quinta posición en el ranking mundial y la primera en el ranking europeo según su superficie de producción ecológica, más de dos millones de hectáreas. Además, las iniciativas de las administraciones locales y autonómicas están fomentando que los ciudadanos pongan en marcha sus propios huertos ecológicos en tierras comunales o propias, o en espacios urbanos como patios o terrazas.

España con el 7,9 % de la superficie agraria útil destinada a la agricultura ecológica, está por encima de la media europea que es del 6,2 % y va camino de conseguir el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) que establece que para 2030 al menos un 30% de la superficie agraria útil de nuestro país se dedique a producción Eco. Andalucía es la comunidad autónoma que más tierra destina a este tipo de producción con un 48,4 % seguida de Castilla La Mancha con un 19,4 % y Cataluña con un 8,5 %.

El gasto por persona en productos ecológicos es  de 36,33 € al año, un 69 % superior al registro de 2012 pero aún lejos del que ostenta Suiza con 260 €. Más del 64% de la cesta de la compra Eco está constituida por seis productos: hortalizas, carnes, cereales, frutas, aceite de oliva y leche, adquiridos en diferentes establecimientos. El 72 % de los consumidores compra sus productos en grandes superficies, el 30 % en tiendas Bio, el 9 % es compra online, el 7 % en farmacias y el 5 % en granjas y mercadillos agroecológicos. La tendencia es aumentar la oferta de productos ecológicos en canales convencionales para que compremos más Eco y fidelizar a los que ya lo hacen ofreciéndoles la posibilidad de comprar en establecimientos no especializados.

Durante los próximos años aumentará el número de empresas Eco o de líneas de productos Eco para las ya establecidas, como es el caso de Hero Baby y su línea “Solo” de tarros de frutas 100 % ecológicas. A considerar el riesgo de que algunas empresas hagan Greenwashing  utilizando engañosamente marketing verde para promover una falsa percepción de que sus productos son adecuados desde el punto de vista medioambiental.

Los datos confirman que en España ya somos verdes y queremos serlo aún más. Federico García Lorca nos recitaría un verde que te quiero verde. Seguro que todos conocemos a alguien que ha adoptado la filosofía slow, que participa en cooperativas de consumo ecológico o que compra productos eco. Ya decíamos en nuestro primer post que Ser sostenibles ya no es una opción. Esperamos que el recién creado Ministerio de Transición Ecológica, liderado por Teresa Ribera, promueva y fomente todavía más este sector con un plan de acción ambicioso y concreto.

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