En Africa Subsahariana, la mayoría de la migración ( 70%) tiene lugar dentro de Africa y las condiciones climáticas son uno de los factores importantes que impulsan los desplazamientos.
A pesar de un fuerte proceso de urbanización, África Subsahariana sigue siendo un continente rural, que vive de la agricultura y ganadería, actividades muy sensibles al clima. El enorme crecimiento de población, unido al cambio climático (aumento de temperaturas y escasez de lluvias), están generando una migración creciente en la región. En muchos países y regiones, la migración rural de jóvenes es una fuente complementaria de ingresos para familias que se dedican a la agricultura familiar y observan rendimientos decrecientes de sus pequeñas explotaciones.
La mayoría de las comunidades rurales del continente son pobres y dependen todavía mucho de actividades económicas relacionadas con el clima (caza, pesca, agricultura, etc). La presión por la tierra o la escasez de agua está provocando ya crisis medioambientales serias en algunas regiones del continente (Etiopía, Grandes Lagos, el norte de Nigeria, algunas zonas de Mali y Burkina Faso) .
Desde este punto de vista, la migración no es más que un proceso humano de adaptación progresiva al medio. Como tantas veces ha ocurrido a lo largo de la historia.
Fuente: Mercandalli, S. & Losch, B., eds. 2017. Rural Africa in Motion. Dynamics and drivers of migration South of the Sahara. Rome, FAO and CIRAD. 60 p.