La semana del 5 de noviembre Madrid se convirtió en ciudad de convivencia y paz tras tres días de talleres y conversatorios en el marco del II Foro sobre Violencias Urbanas y Cultura de la Convivencia y la Paz., un encuentro que ha puesto en el centro la educación y los espacios de aprendizaje para promover una cultura de acogida, paz y convivencia que prevenga las principales violencias que nos afectan en nuestros entornos y en el mundo.
En el transcurso de este Foro desde Entreculturas participamos en diferentes espacios.
Por una parte, nuestra compañera Clara Maeztu del área de Educación no formal participó en el conversatorio: “Agenda 2030: Educación y cultura, una alianza imprescindible», organizado por la AECID, donde junto a otras organizaciones, se conversó sobre el importante papel de la cultura y la educación en el desarrollo y la construcción de sociedades más justas y equitativas.
En su intervención Clara señaló que la educación transformadora es un instrumento para el cambio social y destacó la necesidad de “empoderar a la ciudadanía para que sea capaz de revisar la cultura de forma crítica y para que sean creadores de su propia cultura”. Según sus palabras, “la educación es crucial para que las sociedades no asuman sin más ciertas costumbres y tradiciones”.
Por otra parte, durante la mañana del 7 de noviembre, nuestros compañeros Alberto Medina y Veda Krüger del área de Educación no formal, dinamizaron el taller “Decide Convive: Jóvenes y centros educativos que transforman su barrio», en el que a través de la metodología de teatro social las y los participantes trabajaron la promoción de la convivencia. «El reto es establecer un debate sin hablar, sólo a través de los gestos», de esta manera el taller incorporó la dimensión corporal, emocional y la gestión de conflictos en torno a las violencias que más les preocupan en sus contextos locales y globales, desde el bullying escolar, la violencia de género, el racismo y la xenofobia, o la violencia urbana y estructural.
A lo largo del taller, compartimos el proyecto educativo y comunitario que se está llevando a cabo en el barrio de Ventilla, en el que jóvenes y centros se implican en la transformación de sus entornos haciendo realidad la Agenda 2030. Y es que, como se compartió en el taller, “la convivencia empieza por mí, en cómo comunico, en cómo gestiono y plasmo mis emociones en relación a las demás personas». Por ello, para finalizar el taller, el grupo de participantes se animó a salir más allá del aula y compartir el trabajo realizado en un espacio abierto del Foro, realizando una estatua humana que lanzaba el siguiente mensaje: «todos y todas podemos construir convivencia en conjunto».
