Cada vez que cumplimos años es un momento privilegiado para celebrar la vida, recrearnos en la historia y proyectarnos hacia el futuro.
En Fe y Alegría estamos de cumpleaños y cumplimos nada más y nada menos que 67 años. Y pese a ser esta ya una edad considerable creo que podemos decir con rotundidad que Fe y Alegría goza hoy de un dinamismo y una vitalidad privilegiada.
En este cumpleaños quiero detenerme en cinco breves reflexiones que creo pueden ayudar a hacernos una foto del momento que vive hoy Fe y Alegría.
1.- Fe y Alegría comprometida en la vulnerabilidad e interpelada por las emergencias educativas.
Creo que el secreto de esta vitalidad de Fe y Alegría radica en el compromiso permanente del movimiento de hacerse presente y con atender a los más vulnerables. Los contextos en los que desarrollamos nuestro accionar educativo nos interpelan y nos mueven a estar en los lugares de mayor necesidad. Es por ello que Fe y Alegría siempre está activa ante situaciones de especial urgencia educativa.
Cuando miramos hacia atrás somos testigos de cómo Fe y Alegría ha respondido a emergencias educativas en Perú, en Haití, en Ecuador, en Paraguay, en Congo, en el Salvador, Venezuela … y en tantos otros lugares.
La última gran respuesta en contexto de crisis ha sido y es la generada por la pandemia Covid. La respuesta ha sido creativa, generosa y de amplio accionar.
Las emergencias siempre tienen como denominador común dos elementos: 1) que dejan al descubierto contextos de gran desigualdad e injusticia y 2) se ceban en las poblaciones más vulnerables. Ante estas dos dimensiones la respuesta de Fe y Alegría siempre es dual, por un lado, atiende a la coyuntura que ha generado la emergencia y por otro va más allá y trabaja e incide sobre los temas estructurales. Esta doble perspectiva favorece enormemente que el trabajo de Fe y Alegría sea transformador y de alcance, con mirada puesta no sólo en la coyuntura sino como debe hacer la educación, en la siembra futura. La respuesta de Fe y Alegría ante los cambios y las distintas vicisitudes educativas, es por tanto un elemento que mide el dinamismo y la vitalidad del Movimiento.
2.- Fe y Alegría comprometida como actor global.
Ahora quiero traer a la reflexión otro elemento de creatividad del que hoy somos testigos y actores en Fe y Alegría y que creo será uno de los elementos característicos de la Fe y Alegría de los próximos años: Fe y Alegría se entiende hoy como actor global.
Cada vez más Fe y Alegría dan respuesta a nuevos contextos donde el derecho a la educación no está garantizado en plenitud y sigue siendo una puerta de oportunidad para el logro de derechos elementales básicos como el derecho a condiciones de salud, convivencia, respeto intercultural, paz y no violencia, acceso a medios de vida…. Vivimos en la federación una etapa de apertura a nuevos contextos y realidades, realmente apasionante.
Fruto de esta vitalidad y dinamismo es la capacidad que hoy tiene Fe y Alegría de proyectarse hacia el futuro como un movimiento cada vez más global, más diverso y más comprometido con su presencia innovadora en las fronteras.
Creo que el Padre Velaz miraría con satisfacción desde su querido Masparro la expansión de Fe y Alegría por África y recientemente por Asia. En sus sueños ya lo dibujaba y en las cartas del Masparro son numerosas las citas de este sueño de Fe y Alegría en África. Hoy esto es ya una realidad y son muchos miles de niños y niñas que en Chad, Congo o Madagascar construyen el sueño de Fe y Alegría.
3.- Fe y Alegría Movimiento de impacto.
En estos 67 años de historia Fe y Alegría estimamos que se ha atendido a más de 5,4 millones de personas que han participado en distintos procesos educativos. El impacto en tantas vidas es realmente asombroso y es que en el fondo son millones de historias de transformación personal y de conquista de dignidad. Millones de personas cambiando el Mundo.
Además, a esto hay que añadir como las evaluaciones del impacto que se han ido realizando sobre el trabajo de Fe y Alegría demuestran el éxito del modelo educativo que se propone: La tasa de aprobación en los centros de Fe y Alegría es, en promedio, 4 puntos superior a la de las escuelas de su entorno y los indicadores de permanencia y aprendizaje son, en su mayoría, superiores a la media nacional. El modelo de intervención de Fe y alegría destaca por una educación inclusiva y de calidad y por su contribución a la cohesión
La fortaleza de Fe y Alegría radica en el convencimiento de que la educación de calidad es el más poderoso instrumento de desarrollo humano y un medio de transformación social, por ello su gran objetivo es elevar la calidad de la educación pública en contextos empobrecidos y de exclusión como forma de contribuir al desarrollo de las personas y comunidades.
4.- Fe y Alegría diversa y enraizada en una firme identidad.
Y cuando nos asomamos al futuro de Fe y Alegría vemos como el movimiento es y será cada vez más diverso. Esta riqueza es motivo de alegría y celebración. Esta diversidad ha de estar acompañada por un trabajo por la identidad muy profundo.
Siempre me ha llamado la atención y reconozco que no deja de conmoverme, como en cualquier escuela de Fe y Alegría que visites, al hablar con maestras , alumnos y padres y madres; el sentido de pertenencia a lo que es el proyecto de Fe y Alegría es altísimo. La conceptualización de lo que es ser Fe y Alegría es prácticamente siempre la misma en todas las personas que constituyen la familia de Fe y Alegría. Esa riqueza de sentirnos todos parte de un movimiento global de transformación comprometidos con la universalidad del derecho de calidad para todos y todas es sin duda otro de los mejores activos de Fe y Alegría. Y hacerlo desde la esperanza, con alegría, desde el creer que la transformación social es posible pese a la adversidad. La identidad es algo que hay que cultivar a diario, de modo planificado y de modo intensivo y es que la identidad ha de cultivarse en todo el movimiento y en todos las expresiones y servicios que realizan especialmente los y las maestras.
5.- Fe y Alegría que celebra, agradece y proyecta
Que estos 67 años sean un motivo de celebrar toda la vida que se ha desarrollado en Fe y Alegría en este tiempo, que sea momento de agradecer a los miles de maestras que en estos años han puesto su cariño, su tiempo y toda su profesionalidad en dar oportunidades educativas a miles de niños y niñas; , que sea tiempo de agradecer a las mamás y papás que han apostado por la educación de sus hijos como el mejor legado a darles, También tenemos que celebrar y agradecer a tantos millones de niños y niñas que han pasado por las aulas de este movimiento, ellos son los auténticos constructores y protagonistas de lo que significa ser Fe y Alegría; resuena en nosotros la respuesta que dio un niño cuando se le preguntó “¿para ti que es FyA?” y contestó de manera rotunda: “yo soy Fe y Alegría . Fe y Alegría encarnada.
Que sea esta celebración oportunidad para agradecer a tantas personas e instituciones que desde su colaboración y compromiso han hecho posible el milagro de Fe y Alegría y es que el buen Padre ha estado grande con Fe y Alegría y con sus gentes y eso es motivo de agradecimiento y celebración.
Que esta celebración de una historia vivida y tan fructífera sea también tiempo de soñar y proyectarnos como hacia el Padre Vélaz desde su escritorio del Masparro. Que Fe y Alegría siga conservando la frescura de saberse que en las fronteras educativas, en los lugares de mayor exclusión y desigualdad, ahí es donde la semilla de Fe y Alegría está llamada a ser plantada y a dar frutos en abundancia.
¡Felicidades Fe y Alegría!
Ramón Almansa